Narrativas transmediáticas II

Reconstrucción personal de  experiencias de consumo y producción en diferentes períodos...

Cambia lo superficial

 Cambia también lo profundo

 Cambia el modo de pensar

 Cambia todo en este mundo

 Cambia el clima con los años

 Cambia el pastor su rebaño

 Y así como todo cambia

 Que yo cambie no es extraño 

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Soy de la época de la tele en blanco y negro, del cine Capitol y las películas de Sandro y Palito. De salir a patinar o a juntar sapitos cuando llovía, porque no había asfalto y las calles se convertían en canales. Del teléfono a disco de Entel y del pasacasete y los discos (tenía unos buenísimos de Serú Girán!!).

Cuando estudiaba en la Universidad, y quería hablar con mi mamá, tenía que llamar al vecino de enfrente a mi casa para que la llamara. Si no recordaba el número, llamaba a Entel y preguntaba por Pilcowicz, “el que vive frente a la casa de mi mamá”.

El tiempo que transcurrió entre mirar la final del Mundial 78 en pantalla gigante en el Club Atlético (por supuesto no en vivo), a la tele en color, el microondas, el lavarropas automático y el celu, fue rapidísmo…o será que la edad lo hace sentir vertiginoso?

Mi papá tuvo la primera conexión a Internet en el pueblo, hace bastantes años ya, antes de la banda ancha y ahora mis nietos – de 3 y 5 años – usan el mouse digital de la Notebook sin dificultades!

Que yo cambie no es extraño nos decía Mercedes (tres años ya que nos dejaste Negra!), y me encanta usar, aprender, probar lo nuevo…